Si sos un usuario activo en LinkedIn, seguramente hayas visto que en la sección empleos, cada vez hay más vacantes para el puesto de “project manager” (o, en español, gestor de proyectos). Pero… ¿Qué es y qué hace exactamente? Bueno, en este artículo te contamos todo lo que tenés que saber.
¿Qué es un project manager?
Un project manager o gestor de proyectos es la persona encargada de la dirección y gestión de proyectos. Éste, es responsable de la definición, planificación y ejecución de un proyecto, para lo que deberá encargarse de coordinar las tareas y los equipos, asumiendo un rol de liderazgo.
Definición de Project Manager por Asana.
Funciones y responsabilidades de un project manager.
Las responsabilidades de un gestor de proyectos son variadas y abarcan todo el ciclo de vida de un proyecto, desde su concepción hasta concluirlo. Entre sus principales funciones encontramos:
- Definir el alcance del proyecto: delimitar claramente los objetivos, entregables y características del proyecto.
- Planificar y organizar el trabajo: desarrollar un plan de proyecto detallado que incluya tareas, responsables, plazos y presupuesto.
- Liderar y motivar al equipo: inspirar y guiar al equipo para alcanzar los objetivos del proyecto.
- Comunicarse efectivamente: mantener a todas las partes interesadas informadas sobre el progreso del proyecto.
- Controlar y gestionar el presupuesto: asegurar que el proyecto se ejecute dentro del presupuesto asignado.
- Gestionar los riesgos: identificar, evaluar y mitigar los riesgos que puedan afectar el proyecto.
- Resolver problemas y tomar decisiones: enfrentar los desafíos con creatividad y tomar decisiones estratégicas para el éxito del proyecto.
- Cerrar el proyecto: asegurar la finalización del proyecto de acuerdo con los objetivos y requisitos establecidos.
Habilidades esenciales para el puesto.
Como todo perfil profesional, el project manager necesita poseer y dominar ciertos tipos de habilidades que le permitan llevar a cabo de forma correcta su trabajo. Para explicarlas, vamos a dividirlas en 3 grandes grupos:
- Habilidades duras.
También conocidas como hard skills, son aquellos conocimientos y destrezas específicas que se adquieren mediante la formación, la práctica y la experiencia. Son habilidades tangibles y cuantificables, que se pueden demostrar a través de títulos, certificaciones, exámenes o evaluaciones.
Algunos ejemplos de habilidades duras del project manager:
- Trabajo con presupuestos.
- Gestión de riesgos de proyectos.
- Hojas de ruta de los proyectos.
- Creación de planes de proyectos.
- Gestión del equipo que participa en un proyecto.
- Conocimientos específicos de un sector.
- Habilidades blandas.
También conocidas como soft skills, son aquellas aptitudes y características personales que te permiten interactuar y trabajar efectivamente con otros, así como adaptarte a diferentes situaciones y entornos. Son habilidades intangibles y difíciles de cuantificar, pero que son esenciales para el éxito en cualquier ámbito de la vida.
Algunos ejemplos de habilidades blandas del project manager:
- Comunicación efectiva.
- Organización.
- Resolución de problemas.
- Colaboración en equipo.
- Gestión del tiempo.
- Liderazgo.
- Pensamiento crítico.
- Habilidades técnicas.
Son aquellas que requieren de la utilización de software y equipamiento específico. También se podría decir que se trata de saber la metodología específica de un proceso, como conocer el marco Scrum u otras metodologías ágiles.
Algunos ejemplos de habilidades técnicas del project manager:
- Scrum / Design Sprint / Design Thinking / XP (entre otras).
- Software específico para la gestión de proyectos, como Asana.
- Usar tableros Kanban.
La figura del project manager: un perfil en auge en la era digital.
La necesidad de profesionales expertos en la gestión de proyectos ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años. Diversos factores confluyen en este panorama, destacando la acelerada transformación que viven las empresas en el contexto actual. La era digital ha impuesto un ritmo vertiginoso al cambio, obligando a las organizaciones a adaptarse y gestionar proyectos de forma constante.
En este escenario, el project manager emerge como una figura clave para el éxito. Su capacidad para resolver y ejecutar proyectos en entornos cambiantes, junto con su dominio de las herramientas de gestión de proyectos en la nube más actuales, lo convierten en un perfil altamente demandado.
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