En un mundo donde todo es inmediato y la atención dura segundos, la experiencia de usuario (UX) es uno de los factores más importantes para que una web convierta visitas en ventas. Muchas veces se piensa que tener una página “linda” es suficiente, pero la verdad es que si no está bien pensada para guiar al usuario, hacerle fácil la navegación y motivarlo a actuar, esa estética no alcanza.
UX no es solo diseño: es cómo se siente navegar tu sitio. Si tarda mucho en cargar, si es confuso, si hay que hacer clic en mil botones para encontrar lo que uno busca, la gente simplemente se va. Y con ellos, también se van tus chances de vender.
¿Qué errores de UX te están alejando de tus clientes?
Algunos problemas son más comunes de lo que pensás:
- Demora en la carga: si tu sitio tarda más de 3 segundos, muchos ya cerraron la pestaña.
- Diseño no adaptado a celulares: más del 80% navega desde su celular. Si tu web no se ve bien, ya estás perdiendo público.
- Pop-ups molestos: esos carteles que saltan apenas entrás a la web y tapan todo… suelen generar rechazo.
- Menús confusos: si hay demasiadas opciones o no queda claro por dónde seguir, el usuario abandona.
- Formularios eternos: cuanto más largo, es menos probable de que lo completen.
¿Cómo saber si tu UX está fallando?
Más allá de la intuición, hay señales claras que podés observar:
- Tenés muchas visitas, pero pocas conversiones.
- Los usuarios abandonan el carrito.
- Te escriben por otros canales porque “no supieron cómo comprar”.
- Las estadísticas muestran que rebotan rápido o no navegan más de una página.
Herramientas como Google Analytics, Hotjar o PageSpeed Insights te pueden dar una idea clara de qué está pasando.
¿Y ahora, qué hacés?
La buena noticia es que no hace falta hacer todo de cero. Con cambios puntuales —como mejorar botones, simplificar textos o adaptar bien la versión mobile— ya podés ver una mejora real. También podés pedirle a alguien externo que navegue tu web y ver en qué se traba, qué no entiende, y usar ese feedback para optimizar.
Y si sentís que no sabés por dónde arrancar, no está mal pedir ayuda profesional. En Lab9 podemos auditar tu sitio, detectar fallos que no ves y ayudarte a mejorar sin necesidad de un rediseño completo.
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